Museo de la Catedral de Astorga
La Catedral de Santa María de Astorga posee el título de Apostólica, ya que su origen se encuentra muy cercano a la predicación de los apóstoles. Construida sobre una catedral románica del siglo XI, armoniza un conjunto de corrientes artísticas que van desde el gótico tardío del ábside, pasando por la fachada sudeste renacentista y por el barroco de la portada principal, hasta el neoclasicismo del trascoro, reflejando así la evolución de la historia, del arte y de la fe a lo largo de los siglos.
El Museo ocupa el edificio anexo que en su día albergó la Antigua Escuela catedralicia. En él encontramos obras artísticas de variada naturaleza como pintura, escultura, imaginería, textiles y orfebrería.
Entre las piezas más singulares destaca el relicario de la Vera Cruz, una joya medieval que alberga un pequeño fragmento del Lignum Crucis. En la misma sala, también de valor excepcional, se halla el Esenciero Árabe de artefatimí del siglo X, una pieza muy singular realizada en cristal de roca. Destaca la Arqueta de San Genadio, una de las obras más importantes de la orfebrería prerrománica asturiana, regalo de Alfonso III el Magno a San Genadio, obispo de Astorga del siglo X. Resalta también la Cabeza Románica, uno de los restos mejor conservados del antiguo templo, frecuentemente relacionada con el estilo del Maestro Mateo de la Catedral de Santiago.
El recorrido continúa por la Capilla de Santa Marina, vestigio también de la época románica y, a través del claustro neoclásico, se accede a la Catedral.
El interior del templo sorprende por su altura y luminosidad, así como por el tono rosado de la piedra. Aúna gran variedad de estilos y lenguajes artísticos, siempre con el predominio del gótico tardío. Destaca el imponente órgano de caja barroca, la sillería renacentista del coro y las numerosas vidrieras, gran parte de ellas del siglo XVI, aunque también podemos encontrar alguna de los siglos XX y XXI.
Sin embargo, la obra más espectacular de la Catedral es el majestuoso retablo de Gaspar Becerra, obra cumbre del maestro conocido como “el Miguel Ángel español”. La obra armoniza el clasicismo en la arquitectura con la monumentalidad en las dimensiones, sintetizando arquitectura, pintura y escultura. Está organizado en cinco calles, entre las que destaca la central, donde se representa a la patrona de la Catedral, la Asunción, así como la original escena de La Coronación.
La visita se completa con la subida a la torre sur, donde se puede apreciar el mecanismo del reloj de Bartolomé Hernández, una ingeniosa obra de 1800 capaz de marcar las horas del día, la esfera y las fases de luna. Una vez arriba se podrán contemplar las extraordinarias campanas góticas, así como el pináculo sobre el que se alza el legendario Pedro Mato.















